alejandro-campseco.es.tl

Génesis

La creación
Gén 1:1  En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 
Gén 1:2  Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 
Gén 1:3  Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 
Gén 1:4  Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 
Gén 1:5  Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 
Gén 1:6  Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 
Gén 1:7  E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 
Gén 1:8  Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 
Gén 1:9  Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 
Gén 1:10  Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 
Gén 1:11  Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 
Gén 1:12  Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 
Gén 1:13  Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 
Gén 1:14  Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 
Gén 1:15  y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 
Gén 1:16  E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 
Gén 1:17  Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 
Gén 1:18  y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 
Gén 1:19  Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 
Gén 1:20  Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 
Gén 1:21  Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 
Gén 1:22  Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 
Gén 1:23  Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 
Gén 1:24  Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 
Gén 1:25  E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 
Gén 1:26  Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 
Gén 1:27  Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Gén 1:28  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 
Gén 1:29  Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 
Gén 1:30  Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 
Gén 1:31  Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.
 


Gén 2:1  Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 
Gén 2:2  Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Gén 2:3  Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. 
 
El hombre en el huerto del Edén
Gén 2:4  Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 
Gén 2:5  y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 
Gén 2:6  sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. 
Gén 2:7  Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Gén 2:8  Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 
Gén 2:9  Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 
Gén 2:10  Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. 
Gén 2:11  El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; 
Gén 2:12  y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. 
Gén 2:13  El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. 
Gén 2:14  Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. 
Gén 2:15  Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 
Gén 2:16  Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 
Gén 2:17  mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 
Gén 2:18  Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 
Gén 2:19  Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 
Gén 2:20  Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 
Gén 2:21  Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 
Gén 2:22  Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 
Gén 2:23  Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 
Gén 2:24  Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Gén 2:25  Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
 


Desobediencia del hombre
Gén 3:1  Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 
Gén 3:2  Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 
Gén 3:3  pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 
Gén 3:4  Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 
Gén 3:5  sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 
Gén 3:6  Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 
Gén 3:7  Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 
Gén 3:8  Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 
Gén 3:9  Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 
Gén 3:10  Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 
Gén 3:11  Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 
Gén 3:12  Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 
Gén 3:13  Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 
Gén 3:14  Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 
Gén 3:15  Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 
Gén 3:16  A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 
Gén 3:17  Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 
Gén 3:18  Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 
Gén 3:19  Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 
Gén 3:20  Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 
Gén 3:21  Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 
Gén 3:22  Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 
Gén 3:23  Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 
Gén 3:24  Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
 


Caín y Abel
Gén 4:1  Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. 
Gén 4:2  Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 
Gén 4:3  Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 
Gén 4:4  Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
Gén 4:5  pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 
Gén 4:6  Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 
Gén 4:7  Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 
Gén 4:8  Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
Gén 4:9  Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 
Gén 4:10  Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 
Gén 4:11  Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 
Gén 4:12  Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 
Gén 4:13  Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 
Gén 4:14  He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 
Gén 4:15  Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara. 
Gén 4:16  Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. 
Gén 4:17  Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc. 
Gén 4:18  Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec. 
Gén 4:19  Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila. 
Gén 4:20  Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados. 
Gén 4:21  Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta. 
Gén 4:22  Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama. 
Gén 4:23  Y dijo Lamec a sus mujeres: 
 Ada y Zila, oíd mi voz; 
 Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: 
 Que un varón mataré por mi herida, 
 Y un joven por mi golpe. 
Gén 4:24  Si siete veces será vengado Caín, 
 Lamec en verdad setenta veces siete lo será. 
Gén 4:25  Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín. 
Gén 4:26  Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
 


Los descendientes de Adán
Gén 5:1  Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 
Gén 5:2  Varón y hembra los creó;(A) y los bendijo,(B) y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados. 
Gén 5:3  Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. 
Gén 5:4  Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:5  Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió. 
Gén 5:6  Vivió Set ciento cinco años, y engendró a Enós. 
Gén 5:7  Y vivió Set, después que engendró a Enós, ochocientos siete años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:8  Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió. 
Gén 5:9  Vivió Enós noventa años, y engendró a Cainán. 
Gén 5:10  Y vivió Enós, después que engendró a Cainán, ochocientos quince años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:11  Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió. 
Gén 5:12  Vivió Cainán setenta años, y engendró a Mahalaleel. 
Gén 5:13  Y vivió Cainán, después que engendró a Mahalaleel, ochocientos cuarenta años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:14  Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió. 
Gén 5:15  Vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró a Jared. 
Gén 5:16  Y vivió Mahalaleel, después que engendró a Jared, ochocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:17  Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió. 
Gén 5:18  Vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc. 
Gén 5:19  Y vivió Jared, después que engendró a Enoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:20  Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió. 
Gén 5:21  Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. 
Gén 5:22  Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:23  Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. 
Gén 5:24  Caminó, pues, Enoc con Dios,(C) y desapareció, porque le llevó Dios. 
Gén 5:25  Vivió Matusalén ciento ochenta y siete años, y engendró a Lamec. 
Gén 5:26  Y vivió Matusalén, después que engendró a Lamec, setecientos ochenta y dos años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:27  Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió. 
Gén 5:28  Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 
Gén 5:29  y llamó su nombre Noé,[a] diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo. 
Gén 5:30  Y vivió Lamec, después que engendró a Noé, quinientos noventa y cinco años, y engendró hijos e hijas. 
Gén 5:31  Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y siete años; y murió. 
Gén 5:32  Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet. 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis